El curioso caso de Matilde Cruz

No sé en quién estaría pensando Miguel Delibes cuando dijo que “para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad”, pero viene que ni pintada al curioso caso de Matilde Cruz, que como otros antes que ella dieron el salto a la política desde el movimiento vecinal.
Lo más probable es que la concejal de Tráfico, Transportes y Seguridad Ciudadana creyera que el traje no le iba a apretar tanto porque en la moda política también hay que desfilar con zapatos dos números menores y con la sisa ajustada (de hecho es lo habitual), pero cuando hay oficio y en algunos cacos, aún, vocación, aunque los ‘juanetes’ estén apunto de cortarte la respiración, la sonrisa no se desdibuja.
El curioso caso de Matilde Cruz, como otros antes que ella, es que, paradójicamente, el hecho de venir de una asociación de vecinos (Expansión Norte) degenera en una tibia capacidad de diálogo con los agentes sociales y amplifica uno de los principales defectos de los políticos: mostrarse cuando las cosas van bien y esconderse cuando existen problemas. El curioso caso de Matilde Cruz pone de manifiesto que en tres de los asuntos más molestos con los que ha tenido que campear el equipo de Gobierno hasta la fecha, y que curiosamente afectaban a la Concejalía de la señora Cruz, (la productividad de la Policía Local, el conflicto de los taxistas y el traslado de la estación de autobuses), ha tenido que ser la alcaldesa, Carmen Peñalver, quien le sacara las castañas del fuego y quien presidiera las conversaciones, que en todos los casos llegaron tarde y como consecuencia de la política de hechos consumados.
No sé si es ingrata la actitud de Matilde Cruz en este curioso caso, pero lo que sí resulta evidente es que estas caídas y ese gesto agrio en la pasarela política cuando desfila con zapatos estrechos, pasa factura a una alcaldesa que nunca había estado más cerca de los problemas de los vecinos de Jaén (y no sólo porque sea alcaldesa, que ayuda, no crean), recibiendo al jubilado que había sido embargado al día siguiente de pedirle amparo o despachando en pocas horas pequeñas peticiones de los ciudadanos (adjetivo que en castellano engloba a hombres y mujeres). Sin embargo, ese talante (del que participa cada vez más Manuel López) aún no ha hecho mella en el curioso caso de Matilde Cruz.

1 comentario:

  1. Anda, que en los blogs del PSOE le dedican unas perlas. Una muetra más del respeto del PSOE a la libre opinión de los periodistas.
    Enhorabuena por su artículos, a veces coincido, otras no, pero es usted un articulista de los que más me gusta seguir.un saludo.

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