Música

Como quiera que la música amansa a las fieras, he aquí los temas que pinché en el Bar El Pósito el pasado viernes 21 de diciembre, el día que el mundo no se acabó (por poco):

01. La Sinfonía del nuevo mundo (Dvorak): https://www.youtube.com/watch?v=GxvlcKnmgh0
02. Whole Lotta Love (Led Zeppelin): https://www.youtube.com/watch?v=Mln0RciE2o0
03. All right now (Free): https://www.youtube.com/watch?v=wpemjO8kTyI
04. Fortunate Son (Creedence Clearwater Revival): https://www.youtube.com/watch?v=OPZmGpgFEKY
05. Let There Be Rock (AC/DC): https://www.youtube.com/watch?v=UeZXUw1mRzw
06. Sweet Jane (with intro - live) (Lou Reed): https://www.youtube.com/watch?v=YoytmVwcsB4
07. Thunder Road (Bruce Springsteen): https://www.youtube.com/watch?v=Lp4ONsrlhzc
08. Alright (Supergrass): https://www.youtube.com/watch?v=UP-9qLO-J0w
09. Moondance (Van Morrison): https://www.youtube.com/watch?v=Z3fVV1T5JB4
10. Layla (Eric Clapton-Derek and the Dominos): https://www.youtube.com/watch?v=sxnobkLVEGw
11. Mathilde (Jacques Brel): https://www.youtube.com/watch?v=YV_hxFVUkqk
12. Elle m'a dit (Cali): https://www.youtube.com/watch?v=UP0gkFmFdr8
13. Rien de rien (Edith Piaf) https://www.youtube.com/watch?v=uUvOssCeCqw
14. Je veux (Zaz): https://www.youtube.com/watch?v=sgQxRi7Jzp8
15. Crime (Najwajean): https://www.youtube.com/watch?v=76sU-I1b_fw
16. These Are Days (10000 Maniacs): https://www.youtube.com/watch?v=QlCS-qf7yaM
17. Like a Rolling Stone (Bob Dylan): https://www.youtube.com/watch?v=cLiLSRKms30
18. Stay Positive (The Hold Steady): https://www.youtube.com/watch?v=FY3V4ObYRsA
19. Como debe ser (Leño): https://www.youtube.com/watch?v=-njzb0HhU64
20. Y dale! (Rosendo): https://www.youtube.com/watch?v=PkRYZNHABbc
21. Putney Bridge (Ramoncin): https://www.youtube.com/watch?v=2hHITovd7aQ
22. Vuelo (Vacazul): https://www.youtube.com/watch?v=0B8ahrBO5CI
23. Adelante, (Bonaparte): https://www.youtube.com/watch?v=eEjhLTmmv5A
24. Dilema (Lori Meyers): https://www.youtube.com/watch?v=K25Itj634qc
25. Luces de Neón (Lori Meyers): https://www.youtube.com/watch?v=I0Bc4suux70
26. Sólo tienes una vida (Sonotones): https://www.youtube.com/watch?v=cwch8WHzYwI
27: Nadie te quiere ya (Niños Mutantes): https://www.youtube.com/watch?v=p5pOyjeMd0I
28. Black Is Black (Los Bravos): https://www.youtube.com/watch?v=MtJxup-LUk8
29: Cómo hacer crask (Nacho Vegas): https://www.youtube.com/watch?v=xugo-C49wvs

Y un poquito de pachanga como fin de fiesta.

Muchas gracias a todos los que me acompañasteis.

Menos dioses y más aire acondicionado

Amada Santos y Juan A. Anguita





Crítica de la película Semiprofesionales de Juan A. Anguita, mejor película y mejor actor (Óliver Gil) del primer Festival de Cine Internacional de Hermosilla en Méjico.





A Woody Allen se le atribuyen muchas frases ingeniosas, más incluso que obras maestras del séptimo arte. Ésta es una de ellas: “En realidad, prefiero la ciencia a la religión. Si me dan a escoger entre Dios y el aire acondicionado, me quedo con el aire”. Y eso es 'Semiprofesionales', el segundo largometraje del director, guionista y actor jienense Juan Antonio Anguita, que ha ganado el premio a mejor largometraje en el primer Festival Internacional de Cine de Hermosillo, en Méjico: una bocanada de aire acondicionado en el tórrido panorama cinematográfico español, hastiado de divinidades subvencionadas de muy dudoso talento. 

Semiprofesionales’ es una obra coral bien construida, heredera de la mejor comedia española de Berlanga, Forqué, Fernán Gómez, Cuerda, Mercero, Gómez Pereira u Oristrell, cuya agilidad argumental ha bebido, como su director, de los grandes clásicos de Lubitsch o Wilder y del psicoanálisis urbanita de Woody Allen. De hecho, ‘Semiprofesionales’ es a Jaén lo que el ‘Manhattan’ de Allen a Nueva York. Juan Antonio Anguita muestra una ciudad irreconocible en un blanco y negro reluciente hasta convertir Jaén en un lugar cosmopolita, en cualquier pequeña ciudad del mundo occidental donde un grupo de actores lucha por abrirse camino en el teatro, mientras sus respectivas vidas les van atropellando en un nuevo ‘Viaje a ninguna parte’ del siglo XXI.

El hondo acento jienense de vocales abiertas deja de ser un lastre a los pocos minutos, cuando el guión toma forma y el espectador se reconoce en cada ‘tic’ de los actores, en cada pensamiento, en cada acción irracional y disparatada. Detrás de las improvisaciones de las escenas hay un trabajo de guión que nace del talento y del trabajo, porque ‘Semiprofesionales’ no es un brindis al sol, no es la nota sostenida que sale de la flauta de un caprichoso iluminado que quiere ser director. Detrás de este largometraje hay muchos años de trabajo de Anguita y de su elenco, sobre todo, de Óliver Gil, que también ha ganado en el festival el premio al mejor actor.

Pero sin duda, lo mejor de la película, lo que la sostiene y engrandece, lo que la convierte en el aire acondicionado y la separa del bochornoso Olimpo del cine patrio, son las historias paralelas que colorean el blanco y negro futuro de cada uno de los protagonistas. Impagable la argucia de Juan Antonio (personaje) para conseguir el favor de las mujeres hasta que se da cuenta de que solo desea el favor de su novia. Simplemente la vida, el cine.


Semiprofesionales

Ficha artística
Ana: Ana Martínez
Pedro: Pedro J. Lendínez
Óliver: Óliver Gil
Juan Antonio: Juan A. Anguita
Rafa: Rafa Delgado
Quique: Quique Escobedo
Jesús: Jesús Tíscar

Ficha técnica
Productores: Juan A. Anguita, Pedro J. Lendínez, Mari Carmen Martín
Dirección: Juan A. Anguita
Ayte. dirección: Gema Luque
Guión: Juan A. Anguita
Música: J. Ortega "Sitoh"
Sonido: Jesús Gersol
Dirección de fotografía: Juan A. Anguita, Juan Fco. Mejías
Operador de cámara: Juan A. Anguita
Maquillaje: Ana Martínez
Montaje: Juan A. Anguita

Datos técnicos
Año de producción: 2012
Lugar de rodaje: Jaén
Formato: HD
Pantalla: 1.78:1
Duración: 86'



Sardinas


No se crean, hay tantos tipos de sardinas que ya quisiera la lista de los reyes ‘godos’.  Está la sardina española (sardinops sagax), que no sé si la comerán mucho últimamente en Cataluña, la que se captura en Australia y en Nueva Zelanda (sardinops neopilchardus), las del Mediterráneo (sardina pilchardus y Sardinella aurita), la de la costa oeste de África (sardinops ocellata), las de Rusia (sardinops melanosticta, Sardinops sagax, Sardinops ocellata y Sardina pilchardus) y la sardina pilchardus que es común en el Atlántico y en el Mediterráneo. Ahí es nada. Y por supuesto, está la sardina de Santa Catalina.

La de la romería jienense es altamente nutritiva, sobre todo para todos aquellos que se acercan a las reuniones y consiguen un buen platico de ‘gañote’, ya que como en otros placeres del buen yantar, sabe de otra manera aquello que no duele al bolsillo, y aquí hay auténticos especialistas en el noble arte del ¡ay, que me arrimo!, tantos,como profesionales de las inauguraciones culturales y devoradores de canapés, tristemente huérfanos últimamente, porque la crisis ha dejado el noble arte de la tradicional copa de vino español en un mero recuerdo. La sardina más común, la que dejará su festivo olor el próximo domingo en el cerro de Santa Catalina, tiene el cuerpo alargado y la mandíbula superior poco o nada escotada y presenta de 26 a 30 series de escamas visibles en la línea longitudinal máxima, que te dejan las manos que parecen el pie de otro. Sí, señores, todo eso tienen las sardinas de Santa Catalina, pequeñas, medianas o grandes; con lluvia o con sol; con familia con el maletero levantado escuchando a Pitingo a todo trapo o con una salve rociera; bien regadas por una Cruzcampo fresquita y un buen vino tinto, de la tierra si puede ser; con su platico de plástico, los caballos y jinetes coloreando el gris otoñal, las suegras y los yernos abrazándose como en todas las fiestas de guardar olvidando odios mutuos; los niños tratando de hacer fuegos para asar las sardinas robadas a los padres, los pantalones con manchas de aceite y el saquito de cuello vuelto para atajar las frescas brisas del cerro, que hielan los pies siempres fríos de las romeras y menos romeras. Sardinas a espuertas para celebrar un día festivo y para recordarle a los malagueños que no sólo de espetos vive el hombre. Comed, pues, todas las sardinas que podáis antes de que vengan y también ‘nos quiten lo bailao’, que nos lo quitarán. Por lo pronto ya ha vuelto Tejero, el de ¡quieto todo el mundo! Virgencita, virgencita...

Dom Perignon


A veces un poco de demagogia no viene mal, sobre todo en estos días en los que la línea que separa la ralidad de ella es tan fina y se confunde con tanta frecuencia. Se me ocurre ahora que nuestras administraciones pueden ser como un hogar con una gran familia numerosa. Un hogar que lo está pasando muy mal en el que los hijos somos los ciudadanos y el padre  y la madre son los políticos que gobiernan. Se me ocurre también que podría darse el caso de que mientras esos hijos ya apenas tienen para comer cada día, llevan el calzado roto, los chaquetones remendados y la tristeza esculpida en su cara, sus padres, cada mañana los dejan en el colegio en su coche oficial, se van a su trabajo, almuerzan en los mejores restaurantes, con las mejores galas y hacen por las noches gárgaras con tacos de lomo ibérico.  Se me ocurre, que mientras a ellos no les falta nada, tratan de suplir las carencias de sus hijos, que no han podido ni pueden elegir a otros padres, con vetustos consejos y palabras de cariño, mientras papá y mamá discuten sobre cual es la mejor forma de ayudar a sus hijos para que salgan de la situación en la que se encuentran. Y mientras discuten y cada uno defienden sus posturas, postulan. Y cuanto más convencidos están de que sus razones, sus ideologías, son las correctas para ayudar a sus famélicos hijos, con la seguridad que da la opulencia, los niños comienzan a desconfiar de sus padres y montan pequeñas insurrecciones que no llegan muy lejos porque la flaqueza les hace doblegarse nuevamente a su sopa sucia, a su calzado roto y a sus chaquetones remendados.

Se me ocurre que, tal vez, esta parábola, impensable en la vida real, sea lo que está pasando en nuestras vidas, en nuestra sociedad. Ayer, el Gobierno anunció que reducirá a más de la mitad el número de coches oficiales de los altos cargos públicos; pero estoy seguro, en un buen ejercicio de demagogia, que lo único que cambiará es que los conductores se irán al paro y que esos altos cargos pasarán cada mes los kilómetros de sus coches, cuyo coste quizá sea mayor que el de mantener los coches oficiales y, por supuesto, los puestos de trabajo de los conductores. Y cuando lleguen los nuevos datos del paro, papá dirá que simplemente con recortes no se puede salir de la crisis y mamá defenderá el déficit cero, como paso fundamental para sanear las cuentas.  Y cuando escupan toda su morralla se irán a su dormitorio y brindarán con Dom Perignon, mientras en los dormitorios de al lado, sus hijos, nosotros, escucharemos el sonido exquisito del cristal de Murano y el ruido amargo de nuestras tripas.

Jorge Pardo: a veces ocurren milagros



Pasa que cuando el arte, el genio, el cariño y la historia se juntan ocurren milagros. Ayer ocurrió uno en Jaén. Pasa que a veces sueñas despierto y los sentidos ahogan la angustia diaria, la maldita rutina. Y pasa, sólo a veces, que alguien le pone música a tu vida. Ángel Millán y Teresa Arenas consiguieron ayer vestir de primavera el ocre otoñal que cubría su palacete de la calle Llana. Como trepa cada noviembre la roja hiedra por el señorial álamo de su jardín oculto, en un Jaén oscuro, el acompasado duende de Jorge Pardo, Francis Posé y Pepe Roper enredó sesenta corazones en una velada mágina. Las sabias manos de Teresa Delgado y Amada Santos saciaron cada paladar hasta que el ritmo de los vientos de Pardo convirtió el murmullo en susurros, en un tenue aliento colectivo.Hasta la cámara de Sitoh disparaba al compás.

Tal vez no fuera casualidad que la flauta travesera y el saxo de Jorge Pardo sonaran ayer en Jaén. Tal vez no fuera más un requiem por Canalejas (hijo) que anoche nos dejó. Porque a veces ocurren milagros y pasa que una nota del contrabajo de Francis Posé se convierte en la fina lluvia de 'Blade Runner' y que tu ritmo cardiaco se confunde con el de las baquetas de Pepe Roper. No está mal que de vez en cuando alguien te devuelva la fe, porque pasa, que a veces, cuesta creer que tanta belleza, que tanto arte, sean posibles. Todo eso ocurrió ayer en Jaén, donde nunca pasa nada.

A gusto de todos


Nunca llueve a gusto de todos. A quienes quieren que les llueva PSOE les llueve PP y a quienes quieren que les llueva PP le cae una manta de socialistas que le cala hasta los huesos. Es caprichosa la lluvia y por eso nunca llueve a gusto de todos. Ahora toca que llueva crisis, como durante largos años cayeron aguaceros de bonanza, que a pesar de contentar a la gran mayoría, que pudieron cambiar de chabolas y comprarse los mejores paraguas y chubasqueros, dejó a la intemperie a algunos nobles amigos del sobrevivir. 

A Jaén le llovieron varias ciudades, la de la Justicia, la Sanitaria, la de los Niños; las dos primeras se filtraron por lejanas tierras ingratas y de la tercera aún queda un laguito con un barco. Tanto llovió que Las Canteras se convirtió en un bonito parque, eso sí, cerrado para que nadie se llene de barro los zapatos. A la Catedral de Jaén le cayó una tromba de patrimonio mundial que cada año se sacuden en alguna bonita ciudad del planeta Tierra y una amplia plaza donde ahora aparcan los autobuses de Castillo. Pero aquella lluvia, que llenó tantos bolsillos como agua falta ahora en nuestros pantanos, tampoco cayó a gusto de todos. Llovieron también miles de casitas en la orilla de los ríos, que ahora que el barro se ha secado, blanquean las antiguas huertas de las vegas de Jaén.

Por llover nos llovió hasta un tranvía, con sus vagoncitos, sus raíles, sus adoquines, sus catenarias y su césped artificial. No le faltaba de nada, oye. Pero no anda. Aquello fue una tormenta en toda regla que duró apenas dos años y que por traer nos trajo hasta a unos señores con monos y cara de saber lo que es la pela, para decirnos que tanta agua había dejado serios desperfectos y grandes zonas inundadas.

Llovían también grandes cosechas de aceite que se vendían más baratas que la gasolina, pero no eran del agrado de todos. Esta campaña apenas chispeará oro verde, pero lloverán con toda seguridad miles de temporeros como si del diluvio universal se tratara. Porque los anuncios que hacen quienes no tienen hambre y se han procurado un buen paraguas para la lluvia de crisis, no llegan a quienes tienen cerrados sus oídos por la miseria. También han llovido políticos de medio pelo y eufemismos (aunque ellos no sabrán qué significa eso; por cierto, que levanten la mano los concejales que después de un año y medio aún no han dado una rueda de prensa). Y lo único que hace falta que lluevan ya son hostias, que tampoco vendrán a gusto de todos.

Un homenaje al Lagarto incompleto (sin Emilio Ramos)

Ahora que ha pasado algo más de una semana; cuando las emociones han sido digeridas por nuestras masas grises (algunas más grises que otras); y tras el aluvión de historias vividas, es el momento de rendir otro homenaje. Éste, mi particular homenaje. A Emilio Ramos.

Conocí a Emilio allá por el 97-98 en el Ave Turuta de Juan Carlos, mientras el Zorro (Antonio García) y yo le hacíamos a Chupacabras una entrevista para La Lagunilla. Lo que nos contaron no era diferente del discurso del resto de bandas que pululaban por la ciudad. Nuestras preguntas tampoco eran ningún elogio a la originalidad, claro está. La siguiente vez que lo vi fue vestido con un mono naranja, junto a Juan, Miguel, David y Juan Carlos, con unas gafas que me recordaban al Barón Rojo y un megáfono por micro. Era el Lagarto Rock del 98. Lo ganaron ¡Uff, aquello sí es historia del Lagarto! Aún con el recuerdo en la retina del bolo de Las Mierdas de dos años atrás, otra banda, Chupacabras, me sacaba de la monótona cadencia musical de meritorios músicos flor de un día.

Emilio Ramos ha sido y es el mejor vocalista que ha dado Jaén, capaz de pasar del rockabilly más clásico, al hard rock asfixiante de aquella época plagado de samplers y sonidos sintetizados, y luego, al universo sonoro de las Ambolias, donde ha hecho buenos hasta los gemiditos del malogrado Michael Jackson.

El pasado 6 de octubre Emilio Ramos no estuvo en el Lagarto y yo eché en falta su mono naranja. Y al igual que yo, Emilio, cientos más. Por eso fue un Lagarto incompleto, porque faltó una de las cuatro mejores bandas que dio Jaén junto a Las Mierdas, Clown y Xkrude: Chupacabras.

Emilio no pudo ir al Lagarto, pero otros muchos no quisieron. Aquellos a los que el ego no les permitió acercarse a La Alameda y a quienes seguirán cacareando en las barras de los bares fórmulas mágicas para hacer grande la Cultura, llevad con vosotros mi indiferencia. Nosotros sólo echamos en falta a Ramos, al gran Emilio.

Vuelven los señoritos

Siempre he tratado de ser muy cauto al usar el calificativo "fascista", porque su uso indiscriminado desvirtúa su significado. Siempre fue más correcto hablar en esta tierra, en este país, de caciques o señoritos. Al grano. Bajo el paraguas de la maldita crisis se están dando pasos que cambian el modelo social que habíamos conseguido en los últimos 40 años. Hay caciques que pretenden que este país vuelva a los dos Españas, la de los señoritos y los muertos de hambre, que es como siempre han visto al resto de mortales. Durante años han estado disfrazados de demócratas. Cuidado, los hay en todos los partidos. Sin embargo, deberíamos preocuparnos ante dos ataques a los cimientos de actual modelo social. El primero es que los políticos no cobren, como ha sucedido con los parlamentarios en Castilla-La Mancha. Esto significa volver a los tiempos en los que sólo quienes tenían dinero podían dedicarse a la política. A aquellos años en los que los alcaldes eran los caciques de los pueblos. El otro ataque es más preocupante, si cabe. Apuntan ya a limitar el derecho de manifestación y de huelga. Hace tiempo que cambiamos el trabuco y el bardeo por herramientas menos lesivas y a la postre más efectivas para cambiar determinados modelos sociales. Si nos quitan esas (el derecho a reunión, a manifestarnos, a hacer huelga), sólo habrá una forma de recuperarlas. Tengamos cuidado, porque aunque yo no tenga hijos por cuyo pan luchar, tengo en muy alta estima todo el pan que me dieron mis padres y mis abuelos doblando la bisagra para fascistas, caciques y señoritos de esta tierra.

La virgen, qué cipote


La fuente de Los Caños de Jaén.
'La virgen', nene, hace una semana vino un conocido a visitar Jaén y se quedó en mi casa.  Nada más llegar me preguntó qué era aquello de  ‘Jaén ni pollas’, que lo había oído por ahí. Se lo expliqué. Le hizo gracia e insistió en si había más expresiones de ese tipo. ‘La orden’ me dí una ‘panzá’ de pensar y no se me ocurrió ninguna ‘chominá’ en ese momento de las que decimos aquí. Así que le dije que ya le iría contando durante el fin de semana. El tío ‘cascaba más que Perendola’ y a decir verdad era un poco ‘cipote’. Para familiarizar al ‘farfolla’ con las costumbres de la ‘tierra del ronquío’, le preparé una buena ‘pipirrana’, una perdiz en escabeche y un ‘ochío’ de postre. ¡El ‘hijolgori’!, se puso como el ‘Quico’. Todo regado con un ‘biscuter’ tras otro, y por supuesto, de ‘gañote’, que el ‘chalao’ se gastaba menos que los rusos en catecismos. La verdad es que le tenía que haber puesto un plato ‘habicholillas’ con ‘bayonesa’ y de postre, un buen trozo de ‘paloduz’.

Después de comer salió ‘enflechao’ el muy ‘cipote’ para la cama y se pegó una siesta de la que se levantó ‘embebío’ y con una ‘mala follá’ que le hubiera dado una ‘felpa’ de ostias... Después de ‘zamparse’  otros dos ochíos le dije de dar una vuelta para enseñarle Jaén.  Aún hacía calor, pero el ‘payazo’ se colocó una ‘pelliza’ que daba angustia verla. Vamos, que creía que se iba a quedar como una ‘gancha’. En fin, no llevaba ni seis horas aquí y ya me tenía más que ‘irritao’. Mientras llegábamos al centro pasé por los Jardinillos y le expliqué que allí había una tienda que se llamaba ‘Furnieles’ y que de ahí venía el dicho de ‘tienes más chominás que el escaparate de Furnieles’, pero el ‘asaura’ estaba más pendiente de unas ‘zagalas’ que de lo que yo le contaba. “¡Nene, que estás más enamorado que el burro de las gaseosas!”, le dije, pero no me hizo ni caso. ‘La orden’ el tío tenía más cabeza que Bernardo López y después de visitar la Catedral, quería subir al castillo y a la cruz andando. “Si hombre, va a subir poya gorda el hornero en lo alto Los Caños”, le dije.  Se lo quité de la cabeza ese día, pero a la mañana siguiente no hubo manera y me tocó atravesar por todos los ‘jamargos’ hasta el castillo. ‘La vística’, no subía andando allí desde que aprobé la reválida en don Andrés Moya. Una vez arriba no pudimos entrar a ver la Virgen de la Capilla y tras visitar la cruz me tocó otra vez bajar a pata, con tanta mala suerte que me pegué un ‘cepazo’ y me comí un ‘florón’ el resto del fin de semana, con la pierna escayolada y escuchando las ‘chominás’ del tío, que estaba como un ‘vulanico’. Cuando se fue no pude más que decirle: “¡majarele, no revientes como el lagarto!”.

Elogio a la estupidez




Definitivamente, he llegado a la conclusión de que el problema no es que nuestros políticos nos traten como si fuéramos estúpidos (“torpeza notable en comprender las cosas”, según la Real Academia Española). El problema es que son ellos los estúpidos, los que pasean su “torpeza notable en comprender las cosas” cada día, en cada declaración, en cada comparecencia.

Los estúpidos reproches que se hacen unos a otros no reflejan más que una nula capacidad para encauzar los problemas que tiene la sociedad, las familias de este país, de esta ciudad. La banalidad de sus mensajes diarios no está a la altura de la madurez democrática que tienen los ciudadanos y mucho menos dan respuesta a las soluciones que exigimos a quienes hemos designado para gobernarnos y para ejercer la oposición. El desprecio hacia la clase política que se ha generalizado en los últimos años no es más que la consecuencia del desprecio con el que nos tratan con su gestión, y sobre todo, con sus políticas de comunicación.

A nadie se le escapa que la situación es de ruina total, que las administraciones no tienen un duro para nada, apenas para pagar la estructura servil de la que se han rodeado durante años de enchufismo y clientelismo, contratando a amiguetes y familiares en detrimento de profesionales. En algunas administraciones de esta ciudad hay familias enteras contratadas que la única prueba superada fue la del cunnilingus político, que durante décadas ha engordado las afiliaciones a los partidos políticos.

Por poner un ejemplo de la “torpeza notable para comprender las cosas”: en 1999 la Junta de Andalucía proyectó un instituto en el casco antiguo, en el famoso APA III. Trece años después allí no hay ningún instituto. Sólo un solar. El mismo que había. Una excusa perfecta para que socialistas y populares vuelvan a dejar patente su estupidez y su incapacidad para gestionar las administraciones con la única máxima del interés público y no de los intereses de sus partidos, porque desde hace mucho tiempo, el poder orgánico en los partidos lo da el número de administraciones que se gestionan.

La única realidad es que el instituto no está, ¿comprenden, señores políticos, eso?

La marca 'Lagarto Rock'

Hace unos diez años viajé a Euskadi con dos amigos para conocer tan lejanas tierras. Una noche, acudimos a la catedral de la música en Bilbao, la sala Azkena, por donde han pasado las mejores bandas de rock del país. Llevaba puesta una camiseta del ‘Lagarto Rock’. Cuando la gente la veía me preguntaba: ¿que eres de Jaén? Incluso la banda que tocaba aquella noche , ‘El hombre gancho’, de Córdoba (me hubiera gustado ver a una banda de más peso, pero fue lo que estaba programado), en un momento del concierto, entre tema y tema, al ver el logotipo del ‘Lagarto Rock’, dijeron: “Bueno, si tenemos aquí a unos paisanos. Gran concurso el Lagarto”.
 
No es mi intención aburrirles con batallitas ni autoflajelarme con el paso de los años. La moraleja es más sencilla que todo eso. El festival ‘Lagarto Rock’ ha sido durante tres décadas la marca más famosa que Jaén ha exportado al resto del país. No existe un buen aficionado a la música en España que no sepa que Jaén tenía un festival que se llamaba el Lagarto. Y creánme, hay más aficionados a la música que jugadores de golf o japoneses luciendo últimos modelos de Nikon. Las administraciones, principalmente el Ayuntamiento de Jaén han dejado morir y ha perdido su mejor marca de promoción. Ya quisiera el ‘Paraíso Interior’ de Diputación ser tan conocido como el ‘Lagarto Rock’. Ahora, un grupos de jóvenes empresarios, editores de ‘Piturda.com’, han querido reconocer la trayectoria de este longevo festival y, de paso, rendir un homenaje a todos los músicos de Jaén, que durante 30 años lo hicieron grande. ¿Y cómo lo están haciendo? Con trabajo. ‘Piturda.com’ ha preparado el que ya es el mejor evento de cuantos se han puesto en marcha en la ciudad, que superará con creces a cualquier edición del ‘Lagarto Rock’ (con permiso de sus dos organizadores, Pedro Melguizo e Enrique Iznaola): el “Homenaje al Lagarto Rock”. El próximo 6 de octubre más de cien músicos de toda la provincia volverán a juntar a sus bandas para hacer una reverencia al reptil más marchoso de la geografía española. Y este homenaje también será parte de la historia musical de este país. Ahora, sólo queda que, nosotros los jienenses, aficionados a la música o no, cuarentones o jovenzuelos que nunca vieron tocar a aquellas míticas bandas, acudamos en masa a llenar el Auditorio de la Alameda. Si ponéis una hucha hoy mismo y echáis un euro cada día, el próximo 6 de octubre tendréis para dos entradas. Larga vida al “Lagarto Rock”. Va sobre todo para quienes sólo van a Benicassim y alardean de melómanos.

Imágina Funk: el festival soñado



En diciembre de 2003, el secretario de Estado Collin Powell, bromeó con James Brown en un encuentro informal pidiéndole que amenizase las largas reuniones diplomáticas. “Abuelo, te nombro secretario del soul y canciller del funk”. Habían pasado casi 40 años desde que el de Carolina del Sur, con su "Papa's got a brand new bag" consolidara un nuevo estilo, larvado en los cálidos locales de Nueva Orleans. Menos tiempo, tan sólo cinco años, ha necesitado el festival Imágina Funk para convertirse en el referente del funky a nivel nacional e internacional.

A priori, la fórmula es sencilla. Se busca un sitio adecuado, por ejemplo, Torres, en Sierra Mágina; se reúne a un grupo de profesionales; se contacta con algunos de los mejores grupos que se mueven en el circuito; se consigue el apoyo institucional y el soporte económico necesario y se programan dos jornadas de actividades y música con una cuidada promoción previa. El restultado es un festival, pero Imágina Funk es mucho más.

Cada nota, cada ritmo que ahoga la melodía, cada compás, cada rincón de la mágica sierra, cada alma, cada pie, cada mano, cada mirada sorprendida, cada acento, cada gota de agua, tanta llama encendida, tanta ilusión sofocada y tanto trabajo sincero, del que nace de las entrañas, hacen de Imágina Funk el festival soñado.

No descubriré nada si digo que no nació este cuerpo mío (y no es un eufemismo lo de cuerpo) para los festivales. Tampoco, si confieso que no es el funk el estilo con el que más se muevan mis pies (que a veces se mueven, créanme). Pero este fin de semana he estado en un FESTIVAL. En el festival que sueña todo el mundo. Pocas citas estivales de la cada vez más saturada agenda musical consiguen alcanzar la armonía que ha logrado Imágina Funk en cinco años. Esta cita es a los festivales, lo que ‘Ciudadano Kane’ a la Historia del cine. Cada año miles de personas viajan a Torres para escenificar una liturgia en estado puro. Imágina Funk no es un gran conjunto de reuniones que interactúan bajo la batuta programada de la música. Imágina Funk es el todo, es el átomo compacto al que su creador no ha permitido que los gurús del negocio descubran sus protones, electrones y neutrones. Imagina Funk es una masa ingente de felicidad, de esperanza y de humildad. La misma que respira su director, Juan Ramón Canovaca, que ha sabido encauzar todo el talento del mejor grupo de profesionales en un noble ideal y que anoche (4 de agosto) se emocionaba tanto como Sitoh Ortega, el corazón gráfico de Jaén, cuando recibió otro homenaje (el primero fue en el padre de los festivales, Etnosur) por sus treinta años de trabajo.

Y por su puesto hubo música. Funky. Secciones de viento y mucho ritmo. Suficiente para llenar el corazón de todos los que nos acercamos a vivir el festival soñado. Ahora sólo queda esperar que vuelva el Lagarto y el jazz de Millán. Eso fue parte de lo vivido, de lo hallado. El resto, no son más que mis alegrías y tristezas, mis anhelos y mis miedos. Mis amigos.

Aborto



Hubiera querido terminar la temporada con un artículo más chispeante, con algo más veraniego. Con una jarra de cerveza literaria acompañada de su prosaica tapa o con una simple sonrisa estival. Pero voy a tener que terminar con un vómito. El anuncio del ilustrado ministro Gallardón de suprimir el aborto en aquellos casos en que el feto presenta malformaciones sobrepasa la línea roja de la sensatez y las libertades. Esa línea roja que el inicio del siglo XXI está desdibujando y pisoteando, en la que la derecha rancia se mea blandiendo cuestiones de bioética. Falsos hipócritas.

Aquellos que cada domingo se golpean el pecho en misa de doce mientras mandan mensajes a la compañera con la que ponen los cuernos a su mujer; aquellos que maldicen la homosexualidad mientras salen agazapados de los garitos gays; aquellos que predican la caridad y que con la limosna diaria lavan su sucia conciencia usurera, a la vez que desean en el hemiciclo del Congreso que se jodan todos los parados; aquellos que creen que Dios nos da la vida para que iluminados como ellos nos conduzcan como rebaños por el sendero de su mezquindad, son los que hacen que mire a las mujeres de mi vida y no pueda hacer otra cosa que agachar la cabeza.

Llenen sus casas de engominados niños con pantalón corto y camisa blanca, paran con dolor cuantas veces quieran, alumbren el futuro rancio de este país cada nueve meses, den a luz hordas de felices de ‘boy scout’ y llenen sus colegios y universidades privadas de la ética impostora de su vientre. Pero háganlo ustedes, y mientras, dejen que nosotros llenemos de bastardos el mundo y que las mujeres libres decidan si quieren parir o no; porque por mucha ley que promulguen no podrán acabar ni con la voluntad ni con el sentido común; las mujeres que no deseen tener su hijo abortarán y las que quieran dar a luz seguirán haciéndolo, pero sin consultar antes el Código Penal.

Así, sigan legislando y ganándose un hueco en su divino paraíso mientras que nosotros hacemos felices nuestros cada vez más ácratas corazones... hasta que nos coman los gusanos. 

Malditas noches


¿Cuándo estoy más cerca de la verdad? ¿Cuando a dentelladas y bocados me sacudo la triste pena que deambula por mis noches tristes o cuando a carcajadas y tibios placeres me revuelco en futuras y utópicas alegrías? ¿Cuándo estoy más cerca de la felicidad? ¿Cuando olvido sus caprichosos rizos con el rojizo cabello de la incertidumbre o cuando me sacudo los recuerdos con la frialdad de la esperanza. ¿Cuándo soy más yo? ¿Cuando lloro o cuando río?

Busco entre silencios y vacíos los tumultos acompasados del devenir que convierta mis noches tristes en días felices y mis felices días en triste pasado. Siento que a cada paso, que a cada golpe certero del tiempo, la razón derrota al corazón y me hace tan frío e inhóspito como las ausencias de aquella que fue y los silencios de quien ni siquiera será.

De madrugada enciendo la luz que dejé encendida y apago el sueño que mantengo dormido y aunque sé que mañana todo esto no será más que un infeliz reproche, no puedo dejar de escribir en esta vieja reliquia tecnológica lo que una no entenderá y lo que otra ni siquiera leerá.

Mientras tanto, cuando me pregunten ‘¿qué tal?’, contestaré: muy bien. Porque ni siquiera yo dudo que los desvelos de esta noche serán mañana pasado, silencio, rutina.

Malditas noches.

Funcionarios


Un funcionario ya no sólo es una persona que desempeña un empleo público. Hace tiempo, incluso, que dejaron de acceder a la ansiada y vilipendiada profesión mediante oposición. Ahora, además de funcionarios, se han convertido en la hucha del Gobierno; la manera más fácil e injusta de cuadrar las cuentas que descuadraron en su día los gobiernos, permitiendo que las administraciones públicas se convirtieran en auténticos lupanares donde todos los primos, hermanos, vecinos y amigos tenían cabida de una forma u otra. Y no hablo de hace viente años, ni diez. Desde que comenzó la crisis el único sector que creció en la provincia de Jaén fue el de los empleados públicos. ¿Y qué pasa ahora? Que cada mes hay que pagar y que no hay dinero para hacerlo. Y en lugar de tomar medidas más justas con todos los ciudadanos, como subir nuevamente el IRPF, con el que cada ciudadano aporta según sus ingresos o que los grandes usureros de este país paguen por sus fortunas, metenos la mano en la saca de la función pública. 
 
El problema es que desde aquellos funcionarios del ‘Vuelva usted mañana’ de Larra ya ha llovido mucho y salvo patéticas e incomprensibles actitudes de algunos empleados de la cosa pública, hoy son gente muy preparada en la mayoría de los casos con sueldos muy normales y que llevan perdiendo poder adquisitivo, más incluso que el resto de los ciudadanos, muchos años. Entre ellos se encuentran policías, guardias civiles, maestros, prefesores, médicos, enfermeros, que a las lamentables condiciones en las que cumplen cada día con su trabajo, ahora tienen que sumarle un nuevo recorte, porque sí. Porque lo digo yo, porque lo dice Europa, porque no hay dinero para todo. Si no hay dinero para todo, que no haya dinero para todo. Pero aquí sigue habiendo dinero para muchas cosas que no deberían costarnos lo que nos cuesta. Las administraciones siguen teniendo un entramado paralelo o transversal, que tanto les gusta decir a los polícos, que no es más que un nido para engordar egos y pagar favores. ¿Hasta cuándo tendremos que pagar Egmasas, consejos consultivos, consejos audiovisuales y fundaciones estériles? La reforma anunciada por Rajoy de los ayuntamientos es un brindis al sol, un gesto de cara a la galería. Los políticos que sobran se eliminan quitando los cargos.
 
Europa y España tiene un mal: nosotros, los ciudadanos. Simplemente.

El fin y los medios

No ha entendido nada el PSOE andaluz. Cuando parecía que los socialistas habían comprendido el mensaje que los electores andaluces le habían mandado, cuando en la mayoría de los mentideros respiraban hondo y hacían propósito de enmienda tras perder las elecciones, la miopía prepotente y mesiática se ha vuelto a instalar en la cúpula socialista. El PP andaluz no sólo consiguió los mejores resultados de su historia en Andalucía, sino que ganó las elecciones por primera vez. Sólo el pacto con IU mantuvo a José Antonio Griñán en la presidencia que nunca ha conseguido en las urnas. Pero el fútbol y la política son así. La reflexión socialista apenas duró lo que sus primarias, vacías nuevamente ideológicamente y cada vez más apartadas de las bases y del pueblo. Primero cayeron las grandes ciudades, ahora han caído las medias y no tardarán en perder los pequeños pueblos  de seguir estos pasos. Chacón y sus aires renovadores de burguesía acomodada y discursos huecos tuvieron que envaniar sus ganas ante el Rubalcaba de la tradición y el ‘status quo’, tan burgués y hueco como los otros, pero malo conocido y ya se sabe. 

Finalmente, los resultados demostraron que Andalucía es una región de izquierdas, porque de no haber sido así el PP no hubiera alcanzado la mayoría absoluta. Pero el mensaje no ha llegado a los socialistas, que continúan sin entonar el ‘mea culpa’ y siguen echando balones fuera con uno de los episodios de corrupción más visceral de la historia de este país: el de los Expedientes falsos de Regulación de Empleo. Y como aquel tonto del camino, el Gobierno andaluz, el PSOE y sus socios de IU, se enrocan en la desesperación de la gente y en su miseria y hacen el uso partidista de una administración más vergonzoso, descarado, soberbio y fundamentalista que recuerdo. Con la que está cayendo, el señor Griñán se permite el lujo de mantener sin delegados las ocho provincias andaluzas durante más de tres meses con un único interés, su congreso regional, que se celebra este fin de semana, y las sucias guerras de cochambre que llevan meses protagonizando, en una liga que lidera la Agrupación Local del PSOE de la capital. Nunca aquel dogma de Maquiavelo, germen de la política moderna, de que el fin justifica los medios fue llevado tan a rajatabla en Andalucía y para colmo, ha tenido que ser por el único presidente que ha tenido esta comunidad que, repito, nunca ha ganado unas elecciones.

Refranes


Al final se ha hecho tarde y encuentro poca dicha en estos días en los que las sombras de los árboles apenas cobijan. Mientras espero un San Martín para cada cerdo (y hay tantos) me he empeñado en madrugar aunque la ayuda divina no termina de llegar y como parece ser que el que la sigue la consigue, ahí ando revolcándome en lo malo conocido, porque aún no se dónde buscar lo bueno que debería conocer.
 
Si estas son las tempestades del viento que sembramos, que nos hagan un refugio a todos aquellos que apenas cultivamos suspiros y que vayan a otros las ventoleras. Cansado de buscar al cojo, que a los mentirosos ya los cogí a todos, sólo espero que dejen de caer clavos del cielo, que hace tiempo que supe que nací para martillo. ¿Cuántos perros tienen que morir para que se acabe la rabia y cúanta sangre es necesario derramar para que entre la letra? Los que de fuera vinieron no sólo de mi casa me echaron, si no que me quitaron el pan, me llamaron tonto y me obligaron a beber todo el agua que siempre dije que no bebería. LLevo tantos años dejando para mañana lo de hoy, que ya ni la ocasión quita el pecado. Llevo tantos años viendo como el diablo mata moscas con el rabo, que ya no veo más vigas en ojos ajenos y apenas alcanzo a distinguir la paja que me nubla los sentidos. No crean que no he pensado en revolcarme en toneladas de moras para limpiar la mancha, pero como siempre he sido más ladrador que mordedor y no tengo la menor duda de que todos los ladrones son de mi condición, espero que todos estos males vengan por algún bien, aunque sea común. Mientras llega, voy a dejar de poner la otra mejilla que aunque los ojos que no ven no dejan sentir al corazón, las monas cada vez se visten más de seda y a mí me gustan mucho las monas, la menos monas, la seda, incluso la arpillera. De modo que prometo todos los días estar rogando a Dios y tened cuidado porque el mazo no es cualquier cosa. ¡Ah! Y se acabó lo de remojarme las barbas, que si tienen que cortarlas como las de mis vecinos, aquí los esperaré, rogando y haciendo oídos necios a tantas palabras sordas, que como a perro flaco todo son pulgas, pocas picarán este cuerpecito que calla, otroga y cada vez que puede, como las cabras, tira hacia el monte.

Un traje a medida

"Me sorprendo muchas veces viendo la tele, sin enterarme de lo que están diciendo, con la mente en blanco”. José Puerto Beltrán tiene 52 años y es uno de los extrabajadores de Primayor. Después de cotizar algo más de 34 años a la Seguridad Social ya no cobra nada, ni la ayuda de los 426 euros. Cada mañana, antes de las ocho, sale de su casa y se dirige a la que se ha convertido forzosamente  en su segunda vivienda: la tienda que los extrabajadores de Primayor tienen instalada desde hace 350 días delante de la puerta de la Delegación del Gobierno de Andalucía en Jaén. “Nos dijeron que nos iban a hacer un traje a medida y lo creímos”, lamenta.


El 25 de febrero de 2008, los 145 empleados afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por la empresa cárnica Primayor en agosto de 2007, recibieron el Sello de Plata del Ayuntamiento de Jaén, donde  acababa de desembarcar la coalición PSOE-IU. Unos días después, en una cena en el Parador de Jaén, los trabajadores le hacían entrega del galardón al entonces consejero de la Presidencia de la Junta, Gaspar Zarrías. “Os vamos a hacer un traje a medida”, recuerda José Puerto que les dijo. Por aquellos días la administración autonómica había mediado para que dos empresas se instalaran en la ciudad y contrataran a los 145 trabajadores despedidos de Primayor. Una era Dhull, del grupo Nueva Rumasa, que instalaría una planta de platos precocinados en el nuevo Parque Empresarial; la otra era Proasego, una firma de energías renovables. Finalmente ninguna de ellas llegó a instalarse en Jaén, aunque Dhull levantó la planta antes de entrar en quiebra. “No hay día en que no me arrepienta de haberle entregado aquella medalla a Zarrías; ningún político tiene palabra”, afirma José Puerto.

La espera
Francisco Luque Bermúdez también tiene 52 años. Es otro ex de Primayor que espera cada día sentado en una silla de oficina en plena calle, delante de una carpa que bloquea la puerta de la Delegación del Gobierno, a ser, nuevamente, un trabajador. “Ya no estamos los 145 del principio. Muchos encontraron trabajo por su cuenta, otros se cansaron de que los engañaran; habremos quedado unos ochenta o noventa más o menos”, explica. Se han organizado en seis grupos que se van alternando y su horario es de ocho de la mañana a dos de la tarde. Seis horas en las que no hacen otra cosa que esperar. Y así llevan cinco años, de los que 350 han estado acampados en pleno centro. “Al principio muchos se quedaban a dormir, pero ya no lo hacemos”, dice Francisco Luque.

Tampoco hacen las marchas que solían, los viernes, desde la plaza de las Batallas hasta el Ayuntamiento o la sede provincial de PSOE. “La Subdelegación del Gobierno no nos da permiso y lo que nos faltaba es tener que hacer frente a las multas, como ya pasó, aunque finalmente no prosperó”, continúa el ex de Primayor. “Ahora vienen los santaneros y tenemos que ver cómo sí les dan los permisos. No hace mucho a un compañero nuestro lo multaron por tirar un petardo”. Cuando hablan de los políticos se irritan y los culpan de todo lo que les está sucediendo. “Nosotros no queremos ser funcionarios; sólo pretendemos que la Junta de Andalucía cumpla con el protocolo de intenciones que suscribimos”, explica José Puerto.
Más empresas
A principios de año, en enero, la Junta de Andalucía volvió a comunicarle a los ex trabajadores de Primayor que la empresa Fast-Trading contrataría a 25 de estos empleados para su nuevo proyecto empresarial, que se ubicaría en Geolit. Se trataba de una fábrica de producción de pan precocido ultracongelado, pero aún no hay noticias. Un mes antes, según explicó recientemente uno de los portavoces del colectivo, Manuel López, la Junta también habló de una empresa que estaba terminando el proyecto para entregarlo.

“Nadie, más que nosotros, sabe lo que estamos pasando. Hay familias deshechas, que se han separado porque la situación era insostenibles. ¿En qué o en quién podemos creer ya?”, arguye Francisco Luque. Dentro de quince días cumplirán un año acampados, y en un mes y medio, cinco años desde que cerrara la planta cárnica, heredera de otro de los símbolos empresariales perdidos en la capital, ‘Embutidos Molina’.

Setenta años de historia de la firma Molina
A finales de los años 40 el matadero industrial del Pilar de Arrabalejo contaba con  unos catorce trabajadores. Los lunes y los jueves acudía el matarife y el veterinario y certificaban y despiezaban la carne que consumía buena parte de la ciudad. En 1952, uno de los socios se desvincula de la sociedad y se establece con su familia y con la mayoría de aquellos trabajadores creando la industria Cárnicas Molina. La empresa Hijos de Andrés Molina fue creciendo hasta contar con algo más de 1.000 puestos de trabajo directos. A finales de los años noventa entró  en crisis y en poco tiempo se pasó de las campañas de publicidad a nivel nacional a la intervención de la Junta de Andalucía, que se quedó con el 80 por ciento de las acciones de la industria jienense.

A diferencia de otras empresas de la provincia, como fue el caso de Santana, la factoría de la capital no pudo zafarse de la mala suerte y en 1999 la Unión Europea declaró ilegales más de 50 millones de euros invertidos por la Junta de Andalucía, ya que la planta estaba ubicada dentro del casco urbano de la ciudad, algo que incumplía la normativa. Ante esta situación, el 8 de junio de 1999 el Consejo de Gobierno de la Junta acuerda la transmisión de activos de la Junta General de Accionistas de la empresa Hijos de Andrés Molina a la empresa Campofrío. Más tarde, Campofrío separa en empresas distintas los mataderos que tiene en propiedad y constituye Primayor Alimentación. La situación se agrava en el año 2003 en la mayoría de mataderos de la firma y comienzan a producirse cierres. Cuatro años después los recortes llegan a la planta de Jaén y en agosto se formaliza el Expediente de Regulación de Empleo.

Reportaje publicado en VIVA JAÉN el 25 de junio de 2012

El sueño de un campeón de España

El 9 de octubre de 2010, Raúl ‘Gordito’  Buendía daba el salto a profesional en un combate que le enfrentó al peso medio gallego Carlos Domínguez. En el pabellón exterior semicubierto de la Institución Ferial el púgil jienense consiguió su primera victoria. Unos días antes, en VIVA JAÉN, dijo: “Quiero ser campeón de España”. Y ha llegado el momento. Un año y medio después, Raúl Buendía, va a luchar por ser el campeón de España de peso súper medio, mañana, en la Institución Ferial también y ante su público, al que, junto a su hermano, Jesús Buendía, han aficionado a un deporte que había desaparecido de la ciudad. Ha sido su empeño, la misma ilusión que le llevó con 19 años a irse a Madrid al barrio de Vallecas a comenzar su carrera como boxeador, la misma con la que volvió a organizar la primera velada de boxeo allá por 2006, tras 30 años sin que Jaén tuviese un combate, lo que le ha llevado a disputar el campeonato de España, tal y como llevaba soñando toda su vida. Y lo va a conseguir, porque el esfuerzo, el trabajo y el talento siempre tienen una recompensa. Raúl Buendía ‘Gordito’ será el próximo campeón de España en peso súper medio y escribirá una página de esperanza en estos días tristes en el que el pesimismo se ha adueñado de cada uno de nosotros y la mediocridad campa a sus anchas por una ciudad dormida, en letargo, conformista. ‘Gordito’ debería servirnos a todos de ejemplo para no olvidar nunca que los sueños sólo se consiguen luchando por ellos. Pero como sé que eso no va a ser posible, participemos al menos del sueño de un jienense ejemplar donde deberían mirarse las generaciones futuras. ¡Enhorabuena, campeón de España!

Basura versus talento


Primero, aclaremos un término: fundamentalismo. Según la Real Academia Española, en su tercera acepción, este bonito sustantivo masculino significa: “exigencia intransigente de sometimiento a una doctrina o práctica establecida”. Dicho lo cual, vayamos al asunto en cuestión. Hace unos días, un fundamentalista cristiano llamó al folleto (según mi criterio) digital Intereconomía y expresó su malestar porque una publicación de Jaén había ofendido a miles de fieles de una de las patronas de la ciudad, la Virgen de la Capilla, y les dijo al planfleto (mi criterio) digital Intereconomía que la ofensa la había publicado en la portada otro panfleto (según su criterio) que pagaba la administración autonómica, es decir, los socialistas, es decir, los ateos. Y si no les dijo eso, es lo que publicó el panfleto digital de Intereconomía.

Unos días antes, un fundamentalista agnóstico (el agnosticismo es una actitud filosófica que declara inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende la experiencia) presentó su dibujo para la portada de la publicación, que la hace cada mes un autor, en el que aparecía la Virgen y su hijo decrépitos, tomando una copa de vino ella. En el interior de la publicación el autor del dibujo ironizaba sobre la Virgen apenándose porque la tienen encerrada y solo la sacan una vez al año. En fin, brillante.

El fundamentalista agnóstico hirió muchas sensibilidades cristianas como lo suelen hacer los fundamentalistas, vomitando sus prejuicios. Los fundamentalistas cristianos rápidamente emprendieron la cruzada para salvar su fe en los mismos foros digitales donde se apuñalan y escupen todos los días.

Esa es la sociedad en la que vivimos. Pero afortunadamente, entre medias, hay cientos de miles de personas a los que simplemente les ofende la simplicidad, la estupidez y la ignorancia que mantiene vivo el fundamentalismo de cualquier clase. Y entre esos cientos de miles de personas (incluyendo a todos aquellos que viven la fe cristiana de corazón y el ateísmo y el agnosticismo con respeto) estaban los editores de la publicación de servicio público más seria que nunca se ha hecho en Jaén, que por no querer censurar el trabajo de un artista, traicionó su razón, su criterio y su profesionalidad (sobradamente acreditada), aturdidos por esa falsa libertad de expresión que lleva implícita la intransigencia idiota de los ignorantes.

Fue un error, pero si tengo que elegir entre la basura y el talento (no el del autor del dibujo) me quedo con el talento (el de los editores), que es lo que le falta a esta ciudad.

Cosas que hacerle a la Merkel para vengarnos


Ángela Merkel no es trigo limpio. Finalmente he llegado a esa conclusión. Así que he estado pensando en algunas cosas que podríamos hacerle para vengarnos de ella. Por lo pronto dejaré de llamarla Ángela (qué paradoja, ¿verdad?) y a partir de ahora será simplemente “la Merkel”. En primer lugar me la traería una temporada a Jaén, pero nada de avión; la montaría en el asiento trasero de un coche francés, un Renault, por ejemplo, con una familia numerosa marroquí  con un mini trabajo de 400 euros de esos que les gustan a los alemanes para los inmigrantes (españoles incluidos) y le pediría a la familia que la dejase en Jaén antes de seguir camino hasta Algeciras. Julio sería un buen mes para ‘la Merkel’, con la fresquita. Una vez en Jaén, la instalaría cómodamente en una tienda de campaña junto a los ex trabajadores de Primayor, delante de la Delegación del Gobierno. Una tienda para ella sola, eso sí, para respetar su intimidad y a todo confort; tendría su televisión, pero sólo podría sintonizar Tele 5, y una radio, que como imaginarán, sólo emitiría la programación de la cadena SER.  Ya instalada, le pondría una dieta hipocalórica a base de aceite de oliva y frutas y verduras de la vega de los puentes. Nada de mantequilla y salchichas. Por las mañanas la despertaría con una canción de Pitingo, cualquiera, y después le diría que cogiera el tranvía para ir al casco antiguo. Cuando se cansara de esperar la invitaría a subir en el microbús circular hasta el  y una vez allí la animaría a visitar Antonio Díaz, a ser posible con aquel vestido azul del escote que tan bien le sentaba.
 
Como quiera que ‘la Merkel’ se quejará del calor, algunos días me la llevaré a Los Cañones a que se de un remojón; otros, para que se entretenga, le diré que monte las terrazas de El Pósito y del Deán. Por supueto, a finales de julio, como broche de oro a su visita a Jaén, la invitaría al Festival Etnosur, donde estoy seguro de que se lo pasaría muy bien y sería recibida como ella se merece. De vuelta, como tal vez ‘la Merkel’ no quiera hacerlo con la familia marroquí, la mandaré en avión. Eso sí, tendría que ir andando a cogerlo al aeropuerto de Jaén, nada, apenas 110 kilómetros. También se me había ocurrido ponerle todas las noches la repetición de los plenos municipales, pero tampoco es cuestión de ensañarse con ella.

Dentro o fuera


Que me maten si esto no es en Jaén.
Mi antiguo profesor de Latín, José Santiago, está preocupado por dónde se ubicará finalmente la estación de autobuses y de tren. Eso me preguntó el otro día: ¿dónde se van a llevar la estación? “No lo sé”, le dije, pero todo apunta a que podría acabar en Vaciacostales. Ese breve encuentro, además de plantearme la duda de qué pensará de los mercados y de las primas de riesgo un antiguo profesor de Latín, me ha hecho reflexionar un poco sobre la ubicación de la futura estación intermodal (tren y autobuses) de Jaén.

Descartada la posibilidad de llevársela a Granada, como el aeropuerto, parece que la zona de Vaciacostales toma fuerza. El equipo de Gobierno municipal la sustenta en dos argumentos fundamentalmente: que todas las ciudades han construido sus estaciones fuera de la ciudad y que esa ubicación inyectaría pasajeros al tranvía, en el caso hipotético de que alguna vez circule por las calles de Jaén. La primera de ellas es falsa. Córdoba no tiene la estación fuera de la ciudad, a pesar de contar con AVE. Sevilla no tiene la estación fuera de la ciudad, a pesar de contar con AVE. Málaga no tiene la estación fuera de la ciudad, a pesar de contar con AVE. Almería, a pesar de no contar con AVE, tampoco tiene la estación fuera de la ciudad, etc, etc, etc. No quiere decir eso que tengamos que tenerla en el mismo centro como pasa con los autobuses ahora. Una intermodal en la actual estación de RENFE con las vías soterradas y un gran bulevar encina no es mala idea, tal y como ya está proyectado. No obstante, quizá no haya suficiente espacio para construir las dos estaciones, por lo que simplemente con desplazarla hacia la zona de las Fuentezuelas se resolvería el problema.

En cuanto segundo argumento, el de dotar de pasajeros al tranvía, le encuentro ciertos problemillas. Actualmente a Jaén sólo llegan trenes de Sevilla y de Madrid. Cinco en total como mucho. Dos de ellos lo hacen después de las 10’30 de la noche, hora en la que, presumiblemente, el tranvía que algún día podría circular por Jaén, estará en cocheras. Así que tenemos a cientos de pasajeros (bueno decenas) llegando a las once de la noche a mitad del campo, junto a una tele municipal y un centro de ocio, obligados a gastarse al menos ocho euros más en un taxi para llegar a Jaén. En fin.

Cuidado con lo que proyectamos señores e intentemos no empeorar más las cosas, que ya están bastante mal. Por cierto, ¿tendrá algo que ver que los jóvenes de hoy casi no sepan escribir con la reforma que eliminó el Latín de los institutos? Me estoy haciendo mayor.

Selección natural



“Aquellos miembros de la población con características menos adaptadas (según lo determine su medio ambiente) morirán con mayor probabilidad y  aquellos miembros con características mejor adaptadas tendrán más probabilidades de sobrevivir”. Es la teoría de la selección natural formulada por Darwin en “El origen de las especies”.

Y en esas andamos. Porque de toda esta situación, de esta maldita crisis, no van a salir más que los valientes; los que arriesguen, los que trabajen, los que sepan adaptarse. Los calzonazos huidizos que se esconden detrás del eterno lamento diario, sentados en sus sillones y cacareando continuos ‘me gusta’ en su red social, tal vez sobrevivan, como las cucarachas, como las ratas, pero no dejarán de ser ratas, cucarachas, condenadas de por vida a ser exterminadas en cuanto se descuiden y salgan de sus agujeros. Los que ahora guardan a buen recaudo sus alforjas deben saber que no les servirán de nada, porque están guardando pasado, usura, monedas con las que no podrán comprar las férreas voluntades del futuro. Mañana, de nada servirá el silencio corrupto y cómplice que hemos mantenido a cambio del cacareado ‘bienestar’ con el que nos hemos vestido. Nos vamos a quedar en pelotas y los modistos que cortaron nuestros trajes a medida con papel celofán para ahorrarse la tela y poder lucir ellos las mejores sedas, morirán entre montones de patrones y ropajes que nadie querrá comprar.

Ha nacido una nueva conciencia de clase. Aquella generación perdida que tuvo todo y que, sin embargo, se sentía vacía, construirá el futuro sobre los escombros del actual sistema. Habrá guerra, no obstante. Pero vencerán los perdidos, mi generación; porque cuando luche no tendré nada que quiera proteger más que tu vida, amor, a costa de la mía si es preciso; ya me quitaron las alforjas que llevaba en este viaje y las que quisieron venderme después no me gustaban. Bendita sea esta crisis que ha despertado del letargo social a millones de personas. Después de tantos años siendo un apátrida he encontrado mi nacionalidad, mi conciencia perdida. Aún no sé muy bien adonde quiero llegar, pero sí tengo muy claro adonde no quiero volver. Cuidado si te cruzas con nosotros, que ya estamos en el camino.

No es lo mismo


Ayer, Antonio y Juan se levantaron a las siete y media de la mañana. Pusieron la radio y, mientras se desperezaban, escucharon las últimas noticias sobre la nacionalización de Bankia y sobre la primera ola de calor del año. Tras la ducha, Antonio salió de casa. Tenía una cita importante en el banco para solicitar un crédito ICO y poder así montar un pequeño negocio familiar. Antonio lleva cuatro años parado y ha terminado de cobrar todas las ayudas. Juan también se duchó y tras pasar unos minutos eligiendo traje y corbata salió a la calle. El chófer lo estaba esperando. Comentaron la victoria del Atlético de Madrid y a las nueve entró en el despacho de su partido. Buscó en los periódicos alguna noticia que hablara sobre él y llamó a su jefe de prensa. Tras un breve repaso a la actualidad política le encargó varias tareas, entre ellas, una nota de prensa sobre las ayudas de su gobierno a emprendedores. A las diez, Juan abandonó el despacho del partido y se dirigió al del Ayuntamiento. Esta vez fue andando.
 
Mientras tanto, Antonio llevaba una hora esperando para hablar con el director de la sucursal bancaria en la que tenía cuenta desde que era estudiante. En la última semana había recorrido todos los despachos de las administraciones en busca de ayudas para montar su negocio, pero los recortes y las cercanas elecciones las tenían en suspenso. A las diez y media lo recibió el director, con el que mantenía un trato cordial desde hacía años, cuando le diseñó y construyó su casa como aparejador. A la entrada del Ayuntamiento a Juan lo increparon unos trabajadores que llevaban cuatro meses sin cobrar porque su concejalía les debía más de un millón de euros. Les sonrió, y al pasar la puerta dibujó un gesto de desprecio. Ya en su despacho municipal llamó a su jefa de prensa y le dijo que hiciera una nota denunciando conductas incívicas entre los manifestantes. Luego pasó un par de horas delante del ordenador, siempre muy pendiente de su twitter. Pasada la una de la tarde salió del Ayuntamiento tras encargar que al día siguiente lo recogiera el chófer para ir a una reunión de coordinación de los nuevos parlamentarios, un nuevo cargo en su prometedora carrera política. 

A esa hora Antonio ya estaba en casa preparando la comida con la sospecha de que no le concederían el crédito dada su situación. Juan, tras grabar una entrevista en la televisión municipal, almorzó con el director de un medio de comunicación. Antonio pasó la tarde leyendo y jugando con su hija. Juan, jugando al pádel. Por la noche, antes de acostarse, Antonio vio en las noticias locales a Juan, su viejo amigo de instituto: “No puedo dormir pensando en los miles de parados que el anterior Gobierno dejó en esta ciudad”, declaró a los periodistas. A la una, Antonio y Juan se metieron en la cama. Antonio besó a su mujer y le dijo que no se preocupara, que todo iba a salir bien. Juan durmió solo: su mujer aprovechó el buen tiempo para ir al apartamento de la playa.

Periodistas

Concentración de periodistas en Jaén por el Día Mundial de la Libertad de Prensa.

¿Cómo contarles a ustedes, lectores, las tristezas y alegrías que se esconden detrás de estas líneas? ¿Cómo mostrarles lo que hay detrás del trabajo de los periodistas? Sencillamente no se puede y lo más probable es que no les interese. Ayer, una parte de los periodistas de esta ciudad nos concentramos en el Parque de la Concordia (Victoria) con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa bajo el lema "Sin periodistas no hay periodismo. Sin periodismo no hay democracia". A mí me gusta más: “Sin periodistas y calidad no hay periodismo. Sin dignidad no hay democracia”. Yo en realidad me concentré porque estoy hecho un lío últimamente y porque, como a la mayoría de españoles, hace cuatro años que me va mucho peor. Les cuento todo esto porque ayer fuimos noticia por esta concentración. De no ser así, no lo haría, porque cuando vienen a pintar mi casa no me gusta que el pintor me hable de cómo han cambiado las pinturas, de lo cara que está y de lo malo que es su jefe. En la actual crisis los periodistas somos la segunda profesión, tras la construcción, que más despidos sufre. Las colas del INEM están llenas de periodistas en paro y yo estoy hecho un lío.

Un lío porque no me gusta que sean las Asociaciones de la Prensa, las mismas que llevan años silbando y mirando al cielo en lugar de liderar el profundo cambio que precisan los medios de comunicación, las que convoquen la concentración. Pero si esto significa un golpe de timón en su política, bienvenido sea. Un lío porque la mayoría de  compañeros que ayer estábamos allí nos apuñalamos en cuanto nos damos la espalda. Un lío porque detrás de cada medio de comunicación hay un empresario, que en el caso de los medios más pequeños, está al borde de la quiebra. Un lío porque mientras los empresarios llenaban las alforjas no hubo café para todos, pero sí más trabajo. Un lío porque tengo la sospecha de que quienes peor lo estamos pasando somos nosotros y los empresarios, mientras los altos cargos no saben qué hacer, si concentrarse a nuestro lado o llorar junto a los jefes. Un lío porque faltaron muchos autónomos freelance, hartos de que les cuenten milongas cuando a nosotros nos llegan las vacas flacas, que siempre son flacas para ellos. 

Pero sobre todo, estoy hecho un lío porque no sé si el pésimo periodismo que hacemos puede justificarse por las condiciones laborales que soportamos. No lo sé, de verdad. Los que gocen de buenas condiciones y no les importe hacer mal periodismo, malditos sean.