Si alguna vez tuviera que elegir un nuevo nombre
para esta ciudad y esta provincia no dudaría un segundo: Porvenir.
Más allá de ser el mejor epíteto para Jaén, etimológicamente
describe nuestro estado natural, algo 'por venir'; no somos más que
un sueño futuro, el lugar donde, como decía Woody Allen, vamos a
pasar el resto de nuestra vida. Ni siquiera eso, el sitio donde
quisiéramos estar en el futuro, pero que no será como soñamos.
Somos, sin duda, Porvenir. En ese conglomerado onírico que nos
acerca a otras ciudades, a otros mundos posibles, no faltan los
debates sobre cuestiones que a priori pueden parecer pueriles, pero
que marcarán nuestro futuro como comunidad. Volvemos a estar
inmersos en el debate sobre dónde ubicar la estación de autobuses y
la de tren, en el caso de que ambas vayan unidas en una intermodal,
si dentro de la ciudad o a las afueras.
Defender un proyecto de vías soterradas hasta la
actual estación de tren con la actividad ferroviaria que tiene esta
ciudad es como querer matar moscas a cañonazos. ¿Vamos a hacer
semejante obra de ingeniería para cuatro trenes que llegan a la
ciudad o es preferible alejarla, conectarla bien con el tranvía y
otros transportes públicos y procurar acabar con el fondo de saco al
que nos relegaron en el siglo XIX y optar así a nuevas conexiones
ferroviarias? No se trata de llevarla a Espeluy. Además, de este
modo evitamos que los autobuses interurbanos entren y circulen por la
ciudad con lo que ello supone para la contaminación medioambiental y
acústica. ¿Y el comercio tradicional? Si a estas alturas aún creen
que el futuro del comercio tradicional depende de que un autobús que
viene de Córdoba o de Torrepero gil pare en el centro de Jaén, es
que hemos perdido el sentido común. No cabe duda de que la expansión
de la movilidad debe ir acompañada de servicios eficientes que
acerquen los puntos geográficos que separamos con estas actuaciones
reduciendo el tiempo de los desplazamientos. El tranvía es esencial
para ello, pero también otros sistemas que ya se utilizan en otras
ciudades y en los que debemos empezar a trabajar. No se trata de
utopías, sino de porvenir.
La creciente peatonalización del centro de la
ciudad y de parte de su conjunto histórico no solo debe ir
acompañada de mayor número de aparcamientos disuasorios en su
perímetro, sino de medidas que impidan a los ciudadanos desplazarse
en automóvil, fomentando el viaje a pie y en transporte público.
Por supuesto, habrá muchos ciudadanos que sigan usando el automóvil,
por lo que habrá que trabajar en medidas que ayuden a su
circulación. Muchos atascos se ocasionan por conductores que buscan
estacionamiento. En Londres, para resolver este problema, instalaron
unos 3.000 sensores en algunas vías estratégicas que indican a los
conductores, vía app, dónde hay espacios para aparcar. Este sistema
ayuda a agilizar el estacionamiento o a que el conductor abandone el
circuito en busca de un aparcamiento público. El auge de los patines
eléctricos es otra oportunidad para avanzar hacia otro modelo de
movilidad más sostenible y amable. Todo está por hacer aún con
este transporte. Pero como quiera que es limpio y asequible
económicamente, habilitemos espacios para su uso. En cualquier caso,
mañana, todo estará por venir, con un futuro en el que en muchos
aspectos dependemos solo de nosotros, porque somos 'Porvenir', no lo
olviden.
Publicado en VIVA JAÉN el 14 de enero de 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario