Al final lo he hecho. He cancelado la cuenta en la que estaba ahorrando para salir una noche a cenar cuando me jubilara, que estoy muy loco. Tanta crisis, tanto recorte, tanto listillo haciendo predicciones, tan alta prima de riesgo, tanto tiro en el pie, tanta caza mayor y tanta película de animación han hecho que salte en rebeldía y que haya decidido que, a partir de ahora, voy a ser un antisistema implacable, que estoy muy loco. Pero como me da tanto miedo la sangre y me sigo mareando cada vez que tengo que hacerme un análisis (de sangre, miccionar lo hago como un campeón), que nadie se preocupe que no habrá violencia.
Ya he empezado (hace apenas unos minutos) quitando el lápiz de memoria del ordenador sin seguridad, que estoy muy loco. A partir de ahora dejaré siempre la tapa del water subida allá donde esté, bueno, menos en mi casa que me riñen mucho. Pienso sacar al menos tres números, qué digo, cinco, cada vez que haga cola en la pescadería del Mercadona y por supuesto en Hacienda. Que afinen los gasolineros el cálculo porque pediré la gasolina por litros. “Treinta litros de 95, por favor”, que estoy muy loco. Y no he hecho más que empezar. Se acabó lo de echar varias cañas en un mismo bar. A partir de ahora una y pago, que eso les jode mucho a los hosteleros.
Con el coche voy a ser un temerario y no pienso abandonar el carril izquierdo nunca (aunque ahí sé que tendré mucha competencia en Jaén) y señalizaré mis giros con los intermitentes apenas unos centímetros antes. En doble fila no sé si pararé que está el coche ‘ponemultas’ a destajo últimamente, pero lo que sí haré será cruzarme por las noches el trazado del tranvía en el Paseo de la Estación de un carril a otro, que estoy muy loco. Bueno, y por supuesto, me niego a encender las luces en el paso subterráneo del Avenida. Esperaré a pagar el sello del coche al último día y todos los recibos que pueda y cuando me llamen de alguna compañía telefónica les diré que esperen un momento, que enseguida los atiendo, y los dejaré allí hasta que se aburran y cuelguen. En el cine, pienso comprarme las chucherías más ruidosas que haya.
Y lo peor lo guardo para el final: que se preparen amigos y familiares porque en sus próximos cumpleaños les regalaré discos de Pitingo, pero bajados de internet, que soy muy pirata y estoy muy loco. ¡Ah! Y cada vez que vea a Karames y Tíscar les diré que preparen un Don Juan Tenorio para Todos los Santos. Ea.
jaja, muy bueno lo del carril izquierdo
ResponderEliminarBueno, bueno, que te voy a contar
ResponderEliminar