Entre este tipo y yo hay algo personal

Esto es una declaración de guerra. Sí, señor Zapatero, le declaro la guerra hoy mismo, y no cesaré en mi propósito bélico hasta que me devuelva la dignidad de jubilarme a los 65 años. Le declaro la guerra, primero, (y por orden de importancia) porque quiere hacerme trabajar dos años más para que usted se pasee con mi esfuerzo por todo el mundo dando conferencias el resto de su vida, no para que todo el mundo pueda disfrutar de una jubilación, escondiéndose como tantas otras veces en la solidaridad y el bien común. ¿Me van a decir ustedes que la única solución que pueden aportar sus sesudas trayectorias políticas y profesionales es que trabajemos dos años más? ¿Me puede explicar usted, enemigo Zapatero, porqué en Francia la edad de jubilación, con similares problemas demográficos, es a los sesenta años? ¿O porqué en Italia las mujeres se jubilan a los sesenta y los hombres a los 65 años? Ya sé que Alemania, Reino Unido, Holanda y Portugal también pretenden subir la edad de jubilación (de paso, aprovecho para hacer extensiva mi declaración de guerra a sus primeros ministros y presidentes), pero, ¿no podría seguir modelos como el francés? Le propongo algo. En lugar de obligarnos a trabajar dos años más antes de jubilarnos, echen un par de horas extras diarias usted, su Consejo de Ministros y todos sus asesores hasta que se convoquen las próximas elecciones y busquen otra solución.En segundo lugar, adversario Zapatero, le declaro la guerra porque cuando usted cumpla los 67 años llevará muchos años jubilado, descansando, disfrutando de sus nietos, con una jubilación como la de diez vecinos de mi barrio, obviando que gracias a usted, Zapatero hostil, más de veinte millones de españoles trabajarán dos años más. Tal vez a mí no me importe hacerlo, pero estoy seguro de que a muchos hijos les molestará ver cómo su padre y su madre se arrastran con 67 años a su trabajo cada mañana. Anunciar que se suben dos años la edad de jubilación me huele a que tal vez ninguno de nosotros podamos jubilarnos. Por eso, hago mía la letra de Joan Manuel Serrat y le digo que entre este tipo y yo hay algo personal. Ríndase señor Zapatero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario