Un homenaje al Lagarto incompleto (sin Emilio Ramos)

Ahora que ha pasado algo más de una semana; cuando las emociones han sido digeridas por nuestras masas grises (algunas más grises que otras); y tras el aluvión de historias vividas, es el momento de rendir otro homenaje. Éste, mi particular homenaje. A Emilio Ramos.

Conocí a Emilio allá por el 97-98 en el Ave Turuta de Juan Carlos, mientras el Zorro (Antonio García) y yo le hacíamos a Chupacabras una entrevista para La Lagunilla. Lo que nos contaron no era diferente del discurso del resto de bandas que pululaban por la ciudad. Nuestras preguntas tampoco eran ningún elogio a la originalidad, claro está. La siguiente vez que lo vi fue vestido con un mono naranja, junto a Juan, Miguel, David y Juan Carlos, con unas gafas que me recordaban al Barón Rojo y un megáfono por micro. Era el Lagarto Rock del 98. Lo ganaron ¡Uff, aquello sí es historia del Lagarto! Aún con el recuerdo en la retina del bolo de Las Mierdas de dos años atrás, otra banda, Chupacabras, me sacaba de la monótona cadencia musical de meritorios músicos flor de un día.

Emilio Ramos ha sido y es el mejor vocalista que ha dado Jaén, capaz de pasar del rockabilly más clásico, al hard rock asfixiante de aquella época plagado de samplers y sonidos sintetizados, y luego, al universo sonoro de las Ambolias, donde ha hecho buenos hasta los gemiditos del malogrado Michael Jackson.

El pasado 6 de octubre Emilio Ramos no estuvo en el Lagarto y yo eché en falta su mono naranja. Y al igual que yo, Emilio, cientos más. Por eso fue un Lagarto incompleto, porque faltó una de las cuatro mejores bandas que dio Jaén junto a Las Mierdas, Clown y Xkrude: Chupacabras.

Emilio no pudo ir al Lagarto, pero otros muchos no quisieron. Aquellos a los que el ego no les permitió acercarse a La Alameda y a quienes seguirán cacareando en las barras de los bares fórmulas mágicas para hacer grande la Cultura, llevad con vosotros mi indiferencia. Nosotros sólo echamos en falta a Ramos, al gran Emilio.

2 comentarios:

  1. ...no se por dónde empezar...pero de bien nacido es ser agradecido, y yo lo soy, Gracias Raúl por tus palabras, las cuales me han llegado muy dentro, en estos momentos en que la vida se pone cuesta arriba, el aliento y apoyo es una gasolina extra que te hace tirar pa lante y ver el futuro con más optimismo. Esta racha de la cual espero cuanto antes salir marcará un antes y un después en mí, pues la vida adopta otra perspectiva, lo que no cambia es mi visión de la amistad y la afectividad que tantos años he cultivado con tanta gente.
    Gracias Raúl por...no tengo palabras...acordarte de mí!.
    Un abrazo Hermano!!

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