El eterno retorno del alto el fuego

Cuando Nietzsche retomó la idea estoica del eterno retorno en “Así habló Zaratustra” lo hizo con mayor profundidad y trascendencia a la que finalmente ha quedado ligado el concepto. Lejos del tópico literario y cultural vinculado solamente al plano cronológico, el eterno retorno enuncia la esencia de la moralidad. Plantea un difícil ejercicio: como quiera que los acontecimientos están condenados a repetirse, y con ellos los pensamientos y las ideas, sería necesario comportarse de tal modo que en el caso de que tuviésemos que vivir nuevamente, eternamente, afrontáramos esa pena sin temor a aquellas cosas que hicimos, a aquellas cosas que pensamos...
Me pregunto si los terroristas de ETA serían capaces de afrontar, cuando acaban de anunciar un nuevo alto el fuego, sin temor, cada uno de los más de 800 asesinatos que han cometido en nombre de la libertad del pueblo de Euskadi. Al igual que me pregunto si este alto el fuego (otro triste deja vu) finalmente será el último. La palabra la tienen ahora aquellos que se hacen llamar brazo político de los terroristas. Que condenen la lucha armada de los terroristas que una vez más bajan sus pistolas unos meses antes de una convocatoria electoral. Dudo mucho que si realmente la Historia estuviese condenada a repetir una y otra vez la matanza de ETA en nombre del pueblo vasco, éste fuese capaz de permitirlo.
El nuevo comunicado de ETA nos deja ver el despotismo de la violencia que abanderan desde hace cincuenta años, frente al inmovilismo político y dogmático de los estados soberanos, que lo son hasta que dejan de serlo. El alto el fuego de ETA hay que tomarlo como lo que es, otra tregua más, otro enunciado del verbo terror, otro parántesis dentro de su anacronismo ideológico y fundamentalista. Sólo la gestión que de este nuevo comunicado hagan los partidos abertzales y los gobiernos vascos y español, se podrá iniciar otra larga etapa: la del fin de la violencia de los terroristas y el camino hacia la autodeterminación de un pueblo. Si la quiere.

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