¿Quieres ser mi amigo?

Juan entró en la bliblioteca. Se sentó en una larga mesa en la que había otras veinte personas y saludó educadamente. Sólo siete respondieron a su saludo con un tímido ‘buenos días’. Entonces Juan sacó varias fotos de su último fin de semana en la playa y se las mostró a los siete ‘amigos’ que habían respondido a su saludo. Tras un breve repaso a las instantáneas de Juan con comentarios tan profundos como “¿quien es esta tía tan buena?” todos continuaron con lo que estaban haciendo. Media hora después, Juan dijo: “¡Qué calor!”, comentario que obvió la mayoría, aunque uno quiso ir más allá en su aportación y añadió diligente: “Gazpacho”.Pedro abrió el listín de teléfonos por la letra ‘S’ y buscó el nombre de un antiguo amigo de colegio al que llevaba treinta años sin ver y sin conocer noticia alguna. Casualidades de la vida su nombre estaba en la guía telefónica. Copió el número y llamó por teléfono. Nadie respondió, quizá porque eran las dos de la mañana y muy probablemente estuviera durmiendo. Al día siguiente volvió a intentarlo y ahora sí lo logró. “Soy Pedro, tu compañero de pupitre en primero de EGB, ¿me recuerdas?”.Como a María le gusta tanto rascarse en un pequeño grano que tiene en el gemelo derecho salió a la calle a buscar personas que les gustara rascarse un grano. Después de dos horas ha encontrado a 17 y todos juntos han montado un club que se llama ‘Me gusta rascarme el grano’. Han pasado dos días y el boca a boca ha aumentado el número de fans del club hasta los 173.María, Pedro y Juan han coincidido hoy en el ascensor de la facultad a las 9,30 horas. Había otras dos chicas y un chico más. Se han observado en silencio, se han mirado los zapatos unos a otros y han salido del ascensor. Ni un ‘buenos días’, ni un misarable saludo. Es el siglo XXI, la era de las redes que hacen realidad en la penumbra de una habitación las situaciones más absurdas que puedan imaginar en la vida real. Es la era de la inmediatez de la información con muchos amigos en internet y cara de perro en la calle. Una pena que la estupidez no nos deje disfrutar del formato que ha revolucionado la comunicación mundial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario