Adivina, adivinanza


Hoy vamos a jugar a las adivinanzas. Prometo que no es difícil. Se trata de una ciudad, más pueblo y villa que capital. Su nombre tiene cuatro letras y no es León (no, Graná, tampoco). Está construida en las faldas de un monte que corona un castillo, que a veces está abierto y a veces no. En la antigüedad fue conocida por ser paso habitual de caravanas hacia el Norte y hacia el Sur, hacia el Este y el Oeste. Hoy en día las caravanas la circunvalan hacia el Oeste y el Este, hacia el Sur y el Norte. Ya ni siquiera pasan por ella.  Tiene un estación de tren de la que salen y llegan cuatro o cinco cada día, no los he contado, aunque no sería difícil. Hubo una época incluso que cogí alguno. También tiene un bonito tranvía. Mucha gente lo ha visto en fotos, en los periódicos, porque no funciona. Lo hicieron y cuando terminaron no lo usaron, a lo mejor no querían que se rompiese. 

Playa no tiene, pero la reodean tres ríos que cuando hay tormentas inundan todas las casas que tienen alrededor. Cuentan los más viejos que hubo políticos hace tiempo que diseñaron un encauzamiento y una presa para que no hubiera más inundaciones. Pero de eso hace mucho ya. Cuando llueve y hace mal tiempo, también hace mucho viento. Tanto que se llevó una carpa que pusieron en la plaza de toros y aún la andan buscando. También cubrieron un auditorio para poder celebrar espectáculos en invierno, pero cuando lo terminaron, nadie sabía cómo se recogía la techumbre para que no se volara con las ventoleras y acabó en el mismo lugar que la cubierta de la plaza de toros. Eso sí, la estructura metálica aún aguanta y aunque no abriga mucho, decora. Allí mismo hicieron una cámara oscura, como la de Cádiz, para poder ver toda la ciudad, pero está cerrada. También tiene un refugio antiaéreo de la época de la Guerra Civil, que se rehabilitó, pero también está cerrado. Y un raudal medieval en el barrio más antiguo que también adecentaron para las visitas, pero está cerrado. Y un Archivo Histórico que fue Universidad de Seglares en el siglo XVII, pero para entrar hay que llamar: los fines de semana está cerrado. Tiene un cementerio del siglo XIX que es Bien de Interés Cultural, pero está cerrado porque se cae. Y un edificio de Rafael Moneo, cerrado.

Al parecer la ciudad también cuenta con servicio de limpieza, pero yo no lo veo. Ahora van a hacer muchas cosas, de algunas de ellas ya me hablaban a mí de pequeño. Van a hacer una Ciudad Sanitaria, otra para la Justicia, un Museo Ibero para exponer todo el patrimonio que tienen metido en cajas, un montón de centros comerciales, un parque de aventuras, el aparcamiento más grande de España. Yo no sé si lo veré, pero como supongo que ustedes ya habrán adivinado de qué ciudad se trata, cuando construyan todas esas cosas, insistan para que las abran.

3 comentarios:

  1. Y a pesar de todo el mal que le hacemos, lo miserablemente que gestionan su potencial, lo maltratada que es con ciertos comentarios que sobre ella hacen algunos de sus habitantes; cada vez que me dejo ir por alguna de sus calles por donde antes no pasé, me siento grande, fuerte, desafiante, como reina por su Reino (Santo o no).
    Las ciudades pueden contener arquitectura más o menos bonitas, pero pocos más adjetivos encuentro que se le puedan aplicar a ellas y no a sus habitantes y gestores, lo cual me da más coraje para afirmar que las ciudades son lo que son sus habitantes, por lo que no estaría de más revisar nuestra autoestima como personas porque esta claro que los y las jiennenses la tenemos bastante mermada, si hacemos y consentimos tantos despropósitos con la que es NUESTRO hogar, perdón, digo ciudad, (que nuestros hogares si los queremos tener a la última).

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  2. Qué sentido tendría un raudal abierto, pero que nadie visita. Un archivo histórico al que nadie entra o una sala de conciertos a la que solo asisten los concertistas y organizadores. Reflexionemos un poco y no le echemos la culpa a nuestros gobernantes, que parte de culpa tendrán, no lo dudo. La pasividad del jiennense es bien conocida de Norte a Sur, hacia el Este y el Oeste. El orgullo de ser jiennense se lleva dentro. Tan dentro, tan dentro.... que no sale pa fuera. Mea culpa (A mi pesar).

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