Se me ocurre ahora, en el letargo de la gravedad
política que nubla el jolgorio navideño, que tal vez todos
deberíamos convertirnos en sociedades anónimas deportivas. Los
ayuntamientos, sociedades anónimas deportivas, los empresarios
oleícolas, los comerciantes, los constructores, los arquitectos, los
abogados, los médicos, el tercer sector entero, incluso nosotros,
los medios de comunicación; todos. Una gran provincia llena de
clubes de fútbol con una liga online para los más perezosos y otra
aguerrida y heroica en los campos que el Plan E dejó por todo
nuestro territorio. De este modo, tal vez conseguiríamos que
Hacienda nos otorgara la gracia de una quita de deuda para quienes la
tuvieren, y la tranquilidad, para los que no, de que en un futuro su
pésima gestión los libraría de una buena parte de la deuda con la
seguridad social.
Soy consciente de lo irreverente de mi deseo y de
que es más difícil que pasar un día entero sin escuchar 'cordón
sanitario', pero como digo, el regocijo festivo me empuja a tales
quimeras. Se me ocurre también, que ahora que la despoblación ha
tomado un rango de asunto nacional de vital importancia, los
políticos, en un alarde de magnanimidad popular considerasen
intervenir en pequeños detalles, nada minucias como la Educación o
la Sanidad, en lugar de encargar elocuentes estudios y discursos
vacíos que cacarear de atril en atril cual canto de sirena. El
empleo y los servicios fijan a la población en el medio rural. Y las
nuevas tecnologías. Según el INE el año pasado, la provincia de
Jaén tenía solo un 78'4 por ciento de hogares conectados a
internet, mientras que la media en España es del 92 por ciento. Ya
no vamos a hablar de fibra óptica, donde no llegamos al 10 por
ciento en el medio rural en todo el país. ¿Cómo quieren que un
joven emprenda en un pueblo si no tiene fibra óptica, el colegio ha
pasado de estar de 15 a 35 kilómetros por una carretera sinuosa y el
centro de salud más cercano está a otros diez? ¿De qué malditas
milongas de políticas contra la despoblación nos hablan? Se les
ocurre, por tanto, negar la mayor. Jaén no está afectada por la
despoblación como otros territorios. Me recuerda a la leyenda urbana
sobre los legionarios. ¿Qué hacer cuando se cae prisionero? Un
legionario nunca cae prisionero. Problema zanjado, a otra cosa. Jaén
debe comenzar a atajar la brecha digital. Porque estamos a tiempo,
para que no nos suceda como con el ferrocarril, con las carreteras y
autovías, con la inversión pública, en fin. Si queremos dibujar un
destino distinto para esta provincia debemos invertir en futuro, a la
vez que convergemos con el resto de provincias en infraestructuras y
servicios. Es la única solución y para ello es necesaria inversión.
Perdón, me olvidaba, también nos queda la posibilidad de
convertirnos en una Sociedad Anónima Deportiva.
Publicado en VIVA JAÉN el 11 de diciembre de 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario