No vayamos a ponernos exigentes

No empecemos con lo de todos los años, que no está la cosa para caprichos. No vayamos a ponernos exigentes con los grupos que nos trae Festejos para la feria de San Lucas, vayamos a darle otro disgusto a los chicos de Cultura, que bastante tienen ya (poco o mucho, según se mire). Tal vez sea el momento para convertirnos en el referente nacional del mundo ‘friki’, que todo no tiene porqué ser conciertazos de Barenboim. No estaría mal poder ver a ilustres personajes de la cultura más tradicional de este país como al jienense Bernardo y su ‘Ovejita Lucera’, o a nuestra hada del amor, Karina, tantos años ausente de los escenarios de esta tierra, o al siempre grande ‘Payo Juan Manuel’ . Y ya puestos, no estaría mal que los acompañaran personajes de la talla de ‘Cañita Brava’ o ‘Musiquito’ con su himno ‘¿Dónde está la mosca?’, que para mí que más de uno ya hace tiempo que la tiene detrás de la oreja.Pero sin duda, lo mejor de todo (y más barato para las maltrechas arcas municipales), sería que organizasen un gran maratón Karaoke, con José Montané y Enrique Iznaola interpretando “Resistiré” del Dúo Dinámico; o a José Manuel Colmenero dando el ‘do’ de pecho con ‘Money, money’ de Cabaret; tampoco estaría mal que subiese al escenario José Enrique Fernández de Moya recordando a Rosendo Mercado en sus años de Leño e interpretando “El tren”; o Inmaculada Solar cantando el gran clásico de Siniestro Total “Bailaré sobre tu tumba”; el comisario Daniel Salgado podría poner su voz a aquel cansino estribillo de Sabina “Mucha policía”; y Eduardo Castro, más rockero que nunca, imitando a los Gabinete Caligari y su “Al calor del amor en un bar”. Y como broche de oro, Cristina Nestares y “El baúl de los recuerdos” y Carmen Peñalver con “Show must go on” (El show debe continuar). Es sólo una opción barata y divertida para un San Lucas en plena crisis que no podrá programar grandes eventos musicales. ¿O sí?

¿Quieres ser mi amigo?

Juan entró en la bliblioteca. Se sentó en una larga mesa en la que había otras veinte personas y saludó educadamente. Sólo siete respondieron a su saludo con un tímido ‘buenos días’. Entonces Juan sacó varias fotos de su último fin de semana en la playa y se las mostró a los siete ‘amigos’ que habían respondido a su saludo. Tras un breve repaso a las instantáneas de Juan con comentarios tan profundos como “¿quien es esta tía tan buena?” todos continuaron con lo que estaban haciendo. Media hora después, Juan dijo: “¡Qué calor!”, comentario que obvió la mayoría, aunque uno quiso ir más allá en su aportación y añadió diligente: “Gazpacho”.Pedro abrió el listín de teléfonos por la letra ‘S’ y buscó el nombre de un antiguo amigo de colegio al que llevaba treinta años sin ver y sin conocer noticia alguna. Casualidades de la vida su nombre estaba en la guía telefónica. Copió el número y llamó por teléfono. Nadie respondió, quizá porque eran las dos de la mañana y muy probablemente estuviera durmiendo. Al día siguiente volvió a intentarlo y ahora sí lo logró. “Soy Pedro, tu compañero de pupitre en primero de EGB, ¿me recuerdas?”.Como a María le gusta tanto rascarse en un pequeño grano que tiene en el gemelo derecho salió a la calle a buscar personas que les gustara rascarse un grano. Después de dos horas ha encontrado a 17 y todos juntos han montado un club que se llama ‘Me gusta rascarme el grano’. Han pasado dos días y el boca a boca ha aumentado el número de fans del club hasta los 173.María, Pedro y Juan han coincidido hoy en el ascensor de la facultad a las 9,30 horas. Había otras dos chicas y un chico más. Se han observado en silencio, se han mirado los zapatos unos a otros y han salido del ascensor. Ni un ‘buenos días’, ni un misarable saludo. Es el siglo XXI, la era de las redes que hacen realidad en la penumbra de una habitación las situaciones más absurdas que puedan imaginar en la vida real. Es la era de la inmediatez de la información con muchos amigos en internet y cara de perro en la calle. Una pena que la estupidez no nos deje disfrutar del formato que ha revolucionado la comunicación mundial.

Atemos las manos a los maltratadores

Me da igual el asesinato. Elijan el que quieran. El del otro día en Pinos Puente o el de ayer en el Puerto de Santa María. Cualquiera de las 35 mujeres muertas este año porque sus maridos y parejas decidieron que había llegado su momento (¡qué eufemismo más terrible!) podrían haber tenido una oportunidad.Es el momento de que todos hagamos algo para frenar a quienes (los menos, seguro) creen que la mujer es una posesión más en sus tristes y enfermas vidas. Siempre serán pocas las medidas que desde las administraciones puedan ponerse para ayudar a las mujeres maltratadas, a las futuras víctimas del desgraciado y cobarde que se siente con derecho a golpear y matar a su compañera y, en demasiados casos, a sus hijos también. Es el momento de la presión social, pero no la de los medios de comunicación y la de las asociaciones de víctimas o institutos de la Mujer. Nadie maltrata de un día para otro. Deben sentir la presión de sus amigos, de sus vecinos, de sus compañeros de trabajo, de sus familiares. No nos engañemos con falacias y estudios sociológicos sobre el entorno, la educación y la costumbre. Cada mujer muerta en este país tenía alguna persona cercana que conocía su problema y desaprobaba lo que estaba sucediendo. La mejor orden de alejamiento que puede tener un maltratador es la de sus amigos, vecinos y familiares. Cojamos a cada uno de estos señores y amenacémosles. Que sepan que cualquier paso que den para acercarse a su pareja no quedará impune. Que sientan el mismo miedo que ella cuando vean a su mejor amigo, a su hermano, a su compañero de trabajo. Podrá matarla, tal vez, pero si tiene que llevarse por delante a alguien más para conseguirlo, créanme, será más complicado. No se trata de hacer apología de la violencia, sino de ejercer la responsabilidad social que todos tenemos. Dejemos de mirar a otro lado y atemos, entre todos, las manos a los maltratadores.

Neverica azul contra la crisis

Nenes, id preparando la nevera azul de cuatro plazas y si no la teneís corred a comprarla cuanto antes porque el verano este se presenta de neverica y escapada dominguera. Ni que decir tiene que si esperábais pagaros algunos días de vacaciones con la factura que os debe el Ayuntamiento desde hace algunos años, olvidaros de ello. Y no creáis que porque os encadenéis a la puerta de Caja en el palacio municipal y amenacéis con comer sólo bocadillos de atún en escabeche os van a pagar antes de que os ahoguéis. Qué va, tiene Colmenero el dinerico ‘contaico’ y cabeza para llevar de memoria las cuentas de dos Carrefour y sabe quién va primero, segundo, tercero...Ya os digo, decidle a la suegra que deje de mirar apartamentos que este año no hay vacaciones. Eso sí, que se preparen los amigos y familiares que tienen casas en los puentes o pisos en la costa porque van a volver a ver a primos que ni sabían que tenían. Primos con simpáticos niños cuyas angelicales voces se convierten en trueno a la hora de la siesta, que alegrarán las tranquilas tardes vespertinas de tu chalé e irán dejando una estela de manchas en los manteles y cortinas de tu veraniega residencia. Y quienes no tengan ni amigos ni familiares suceptibles de ser abordados durante el verano (qué tristeza), que preparen la nevera. Los lunes a la piscina de Torredonjimeno, los miércoles a la de Fuerte del Rey y los sábados (ala, tiremos la casa por la ventana) a Torrenueva, que ya tenemos autovía hasta el mismico cruce de la costa granadina. Además, con un poco de suerte quizá coincidas allí con un antiguo amigo del colegio al que hacía veinticinco años que no veías y cuando te diga aquello de: “Tenemos que quedar un día”, puedas contestarle: “El próximo viernes nos venimos el fin de semana, no se hable más” . Lo dicho, idos preparando, que va a ser un verano la mar de divertido, tanto que cuando llevéis diez días hasta se os hará larga la cuenta atrás para volver al trabajo (aquellos que lo tengan, claro).